Se acerca el verano y, con él, los primeros días de playa o piscina. Disfrutar bajo el sol y sentir cómo nos recarga las energías gastadas durante el invierno es una de las sensaciones más reconfortantes que existen, pero también puede tener consecuencias muy perjudiciales. Elegir bien el protector solar que vamos a utilizar es crucial si queremos que los efectos negativos del sol no se noten en nuestra piel. En Ylekara te damos las claves para que encuentres el producto perfecto para este verano.
1. SEGÚN TU FOTOTIPO DE PIEL
A la hora de elegir protector solar, hay que recordar que existen 6 fototipos de tez distintos:
- Fototipo I: las pieles de los pelirrojos. Son las más sensible al sol y suelen tener problemas de alergias, pecas y manchas.
- Fototipo II: muy similar al fototipo I, son las pieles de las personas rubias. Son las más blancas, se broncean muy poco y también son fotosensibles.
- Fototipo III: el más habitual en los países mediterráneos, se corresponde con las piel de las personas castañas. Se queman fácilmente si no utilizan filtro solar, pero se broncean posteriormente.
- Fototipo IV: frecuente en la sociedad latina, es el tipo de piel de las personas más morenas. No necesitan un índice de protección tan alto como las anteriores y se broncean con facilidad cuando se exponen al sol.
- Fototipo V: similar al IV, pero en pieles más oscuras.
- Fototipo VI: son las personas de piel negra. Aunque no se queman, sigue siendo aconsejable que utilicen filtro solar para evitar que los rayos UVA produzcan efectos negativos en las capas internas de la piel.
Cuanto más bajo sea el fototipo de una persona, mayor debe ser el factor de protección contra el sol. Los índices varían entre 6 y tasas superiores a 70. Para las primeras exposiciones y las horas centrales del día, se recomienda un índice de protección más alto del habitual.
2. WATER RESISTANT
Para que proteja correctamente, es importante que tu crema o aceite solar sea resistente al agua. Por norma, los filtros solares no resisten las inmersiones en el mar o en la piscina, a menos que lo indiquen expresamente en la etiqueta. Si vamos a bañarnos, es importante que el protector que elijamos siga en nuestra piel al salir del agua. Los productos etiquetados como «water resistant» resisten de 40 a 80 minutos de inmersión.
3. EL SIGNIFICADO DEL SPF
Las siglas SPF significan Sunburn Protection Factor e indican la eficacia de los filtros solares para proteger frente a las quemaduras. Cuanto más alto es el SPF, más largo es el período que podemos estar expuestos al sol. Pero eso no indica que, por ejemplo, un filtro solar 15 sea la mitad que el de 30; más bien que, si una persona empieza a enrojecerse a los 10 minutos de estar al sol sin protección, con un filtro solar de SPF 15 se multiplica y podrá estar 150 minutos antes de quemarse. En cualquier caso, nunca es recomendable un índice inferior a 30 en las primeras exposiciones ni a 50, para pieles muy claras.
4. AMPLIO ESPECTRO Y FOTOESTABLE, DOS IMPRESCINDIBLES
El protector solar que elijamos debe ser amplio espectro -o Broad Spectrum- para protegernos tanto de los rayos UVA (quemaduras solares) como de los UVB (daño cutáneo, arrugas, envejecimiento de la piel…). Incluso los hay que protegen de la radiación IR.
Además, es imprescindible que sean fotoestables, es decir, estables ante el calor.
5. TIPO DE FILTRO
Existen dos tipos de filtros:
- Filtros químicos. Absorben los rayos ultravioletas para proteger del sol. Tienen nombres complejos (como butil metoxidebenzoilmetano, ocinoxato u otocrileno) y no están indicados para niños ni personas con pieles especialmente sensibles, ya que pueden causarles alergias. Son filtros que se utilizan a menudo para aumentar las protecciones de las cremas o cosméticos, por lo que se suelen combinar varios.
- Filtros físicos. Son el óxido de zinc y el dióxido de titanio. Funcionan como un espejo: reflejan los rayos UVA, haciendo que queden en la superficie y no sea absorbida por la dermis. Estos filtros son de amplio espectro y su única desventaja frente a los químicos es que son blanquecinos y dejan algo de rastro en la piel, pero en general sus ventajas son mucho mayores.
6. OJO CON LOS PROTECTORES SECUNDARIOS
No pueden utilizarse como sustitutivos del protector solar aquellos productos que no hayan sido formulados expresamente para proteger la piel del sol. Un ejemplo serían las cremas hidratantes con SPF15: aunque ayuden a minimizar los impactos de los radios ultravioletas, este no es su cometido principal y no deben usarse como tal.
Estas recomendaciones son el ABC de los consejos para elegir protector solar. Si las sigues todas, te asegurarás de poner a salvo a tu piel de las consecuencias negativas de los rayos ultravioletas. con el producto perfecto. ¿Alguna sugerencia personal?